Para tener dientes más blancos , la higiene es esencial en primer lugar: no es suficiente lavarlos después de cada comida, sino que también es bueno usar hilo dental y enjuague bucal.

A menudo, sin embargo, los dientes no son muy blancos a pesar de que la higiene es impecable. Esto depende del esmalte que cambia de persona a persona, pero también de los malos hábitos. El humo, por ejemplo, vuelve los dientes amarillos, al igual que la cafeína.

Entonces, el primer consejo es no fumar y limitar el consumo de café, bebidas gaseosas y todo lo que contenga cafeína. Obviamente, también es importante ir al dentista para limpiar los dientes (en promedio, debe hacerse una vez al año), pero si todo esto no fuera suficiente, aquí hay algunos remedios naturales simples de bricolaje para que sus dientes estén más blancos .

BICARBONATE
Hay opiniones contradictorias sobre el uso de bicarbonato de sodio, algunos afirman que es genial tener una sonrisa deslumbrante, otros afirman que estropea el esmalte. En realidad ambas opiniones son correctas. De hecho, el bicarbonato blanquea los dientes, pero debe usarse en cantidades muy pequeñas y sobre todo ocasionalmente, porque además del blanqueamiento, ejerce un efecto abrasivo, corroe el esmalte e inflama las encías. Para aquellos que deseen usar bicarbonato, es mejor no usarlo más de una vez cada 1-2 meses. Para aplicarlo, simplemente enjuague el cepillo de dientes después de cepillarse los dientes y "remoje" las cerdas en el bicarbonato de sodio, luego cepille los dientes normalmente. ¡Tenga en cuenta que otro efecto secundario del bicarbonato de sodio es el mal sabor que deja en la boca!

SALVIA Y LIMÓN
Otro "remedio de la abuela" absolutamente natural es aplicar jugo de limón a los dientes o frotarlos con una hoja de salvia. Pero también debemos prestar atención a estos métodos: el uso excesivo de algunas técnicas de blanqueamiento causa el efecto contrario al deseado, por lo que es bueno siempre pedirle consejo a su dentista.

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